Yesterday, a happy day.

Hola amigos, ayer fué un día feliz feliz, pasé una jornada estupenda con mi hija su pareja y mi futura consuegra, era el día en que acompañé a mis hijos a comprar los anillos de boda OHHHHHH !!!!!!!!. Vinieron a buscarme hacia las 12 de la mañana, estuvimos paseando por la ciudad y luego ya fuimos a la joyería, era mi regalo de bodas, la cosa no duró mucho rato ya que enseguida se decidieron por un modelo muy lindo en oro blanco, allí los estuve observando y haciendo mi composición de lugar, hubo algo que no me gustó demasiado y que no entiendo conociendo a mi hija, ella hablaba por boca de él !!! Me quedé pasmada, asombrada y petrificada, parecía que Patty no tuviera decisión propia !, Me duele el corazón, él decidió el modelo despues de probarse ambos varios de ellos , y acabaron quedándose con el que él había escogido ¿¿¿ ???. Todo lo que Sergi decía a ella le parecía bien.Pensé que cuanto tiempo duraría tanta idiotez y traté de recordar si yo cuando estaba de novia con mi marido era tan atontada, llegué a la conclusión de que no, por eso se me hacía tan difícil de comprender el comportamiento de Patty, es verdad que el amor es ciego, es verdad que el enamoramiento nos vuelve atontados por completo y que vivimos en un mundo fantástico del que no quisiéramos apearnos jamás, sentir aquello que nos envuelve, sentir su amor, su calor, dónde nos vemos inmersos durante un período corto de tiempo que puede durar desde unos meses a unos pocos añitos, éste paréntesis en nuestras vidas no lo olvidamos jamás, yo diría que el enamoramiento es la época mejor de nuestras vidas, nos vemos transportados a un mundo irreal donde todo es bonito, la pareja siempre acierta, casi siempre tiene la razón, no hay discusiones porque vivimos atontados hasta la médula. Es una cosa pasajera, ya lo sabemos, a veces quisiéramos que durara toda la vida pero todos sabemos que se nos cae la venda de los ojos, a Dios gracias y empezamos a vivir una realidad que por otra parte todo el mundo la veía menos nosotros.

Antes de comer tomamos un aperitivo en la terraza del Hotel Carlemany donde se estaba de fábula, había parado de llover y hacía un sol implacable. Hacía las 2 y media 3 nos dirigimos al restaurant Torre Bonica, una Masía de piedra que es una preciosidad donde nos pusimos las botas, los guantes y todo lo que había por ponerse, fué un día especial que compartimos con la futura familia de mi hija, he de decir que mi consuegra es un sol, dulce, amable, simpática y que quiere con locura a Patty, cosa que es muy importante, las dos se llevan genial, llegué la conclusión de que la parejita han tenido una suerte bárbara con las suegras, mi hija con la suya y mi yerno conmigo !! jajajajajaja.

Y aquí se termina la jornada de ayer en la cual disfruté mucho y salí del cotidiano quehacer del vivir sola como una mona.