Hasta que la muerte nos separe.

Cada vez menos parejas catalanas deciden casarse, pero tambien cada vez hay menos divorcios, actualmente el número de casorios todavía supera el de divorcios por muy poco.Una de las causas que explican esta reducción en el número de divorcios es aunque parezca mentira, la crisis económica y es que hay parejas que no pueden permitirse el lujo de vivir separados por culpa de la hipoteca. ¡ Que fuerte !.

Los datos publicados por el Institut Nacinal d'Estadística sobre rupturas matrimoniales revelan que mientras hubo cerca de 30.000 bodorrios en el 2007 en Catalunya, más de 25.000 partieron peras, una cifra que por primera vez en los últimos años ha disminuido.

El trámite del divorcio puede costar unos 1500 euros, una cifra que no es excesiva, pero a este coste los matrimonios que deciden separarse han de sumar los gastos que supone vivir por separado, y el gran incoveniente es la hipoteca.

En casos como estos la ley permite que por motivos económicos, una pareja divorciada comparta la vivienda, si el matrimonio tiene hijos, como que es la mujer la que acostumbra a tener la custodia, acepta que el marido se quede en casa porque es consciente que no puede pagar una hipoteca y un alquiler a la vez.

Tambien nos encontramos en el caso de algunos maridos que viven como indigentes porque la mujer los ha echado de casa y no tienen ni dinero para comer, el asunto verdaderamente es trágico .

He intentado ponerme en el lugar de alguna de estas parejas y se me hace muy difícil imaginar como puede ser la convivencia entre dos personas que ya no se quieren y que la mitad de las veces se odian, creo que antes de llegar a esta situación sería mejor que se fueran a vivir con los padres. Como deben ser sus vidas en aquel habitáculo ? El uno por el otro, la casa sín barrer, uno haciendo su colada a una hora y el otro más tarde, igualmente en la cocina y tantas otras cosas a menos que llegaran a un pacto cosa dificil cuando una pareja ya está rota, gritos, discusiones, el papel de los niños aquí es tremendo por lo que puedan vivir día a día, a todo esto se suma los ligues de turno de uno y otro, como llevar a una novieta a casa a pasar una noche loca si en la habitación contigua duerme tu mujer o ex mujer y en la otra tus hijos ? Quien dice una novieta, dice un noviete. Me imagino las risas, los suspiros, los gemidos en medio del silencio de la noche, vivir todo el ritual amoroso del padre o la madre de tus hijos al otro lado del tabique !!! Debe de ser espeluznante y yo me pregunto ¿ No será esto causa de más violencia de genero ? Yo creo que si y por ambas partes , lo que aquí se verá potenciado y duplicado porque si alguno de la pareja entra loco de celos o de despecho en la habitación donde se está viviendo una noche de amor lo menos que puede pasar es que no solo mate a uno sino que se cargue a los dos.

Buf ! no quiero ni pensar en estos casos porque los habrá.