Mis viajes.La vuelta al mundo.Beirut-Teherán-Bangkok.

Salí de Beirut con un dulce sabor de boca recordando aquellas gentes tan amables y que tan bien me habían recibido, el vuelo a Teherán fue muy bien aunque llegamos tardísimo era bien entrada la noche, en control de pasaportes me preguntaron que iba a hacer en la ciudad, cual era el motivo de mi visita y en que hotel me alojaría, pensé que eran demasiadas preguntas para una chica que viajaba sola y que no tenía cara de ser una mala persona a mis compañeros de viaje que pasaron el control delante de mí no se les hizo ninguna pregunta y aunque me extrañó mucho opté por no decir ni pío ni quejarme por lo que pudiera pasar, en estos paises nunca se sabe.
Un taxi me llevó al hotel y caí roque en la cama cansada de el avión, como que allí nos habían servido la cena pues solo me faltaba un buen sueño y descanso para empezar al día siguiente mis clásicos pateos por la ciudad.
A la mañana siguiente a eso de las 08.00 suena el teléfono de la habitación, yo estaba completamente dormida me faltaban horas de sueño y hubiera estado en la cama como poco un par de horas más,
- Hallo ?
-Miss Creus ?
-Yes, it´s me
El señor que estaba llamando se identificó como el recepcionista del hotel y me dijo amablemente que bajara al lobby pues habían dos señores que me esperaban.
-¿.......?
Como que me esperaban dos tios ¡ Si yo conocía a nadie en la ciudad ¡
Le dije amablemente que debía ser un error pues no esperaba a nadie.
El insistió diciendo que era importante y que bajara lo antes posible.
El cabreo que cogí era de órdago, a ver que querían aquellos desgraciados quienes habían tenido la desfachatez de despertarme sín conocerles de nada.
Me duché, me vestí y bajé con cara de muy malas pulgas, además es que cuando estoy cabreada se me nota a la legüa, no se disimular.

Al salir del ascensor me dirigí a recepción dándome a conocer y el buen señor me indicó dónde estaban sentados los dos pollos que me estaban esperando, me presenté y muy amablemente ellos hicieron lo mismo diciendo que eran de inmigración, preguntándome que cuantos días iba a permanecer en Teherán y otra vez la misma pregunta del porque había escogido esta ciudad para pasar unos días, pensé que no estaban muy duchos en esto de potenciar el turismo pues si a tods les hacían lo mismo la gente no iba a ir, claro que yo venía de un país donde el turismo es una de las fuentes de ingresos importantes y donde se les cuida y se les mima por aquello de conservarlos y que vuelvan, cosa que allí les importaba un pepino.

Los dos misters me explicaron delicadamente que tenían órdenes de acompañarme durante mi estancia alli. ¿ ?.

Yo no salía de mi asombro, ¿ Teniá yo cara de fascinerosa ? o de espía ?, es que no me lo podía creer, les dije que no estaba de acuerdo con aquello y que nunca en ningun país me había pasado cosa igual, me respondieron que lo comprendian, que se hacían cargo pero que las órdenes de inmigración eran tajantes y debían cumplirlas.

Me pasó por la cabeza rápido el coger el primer avión que hubiera y marcharme con rumbo a una ciudad más hospitalaria, pero caray, eso quizá era lo que querían y no les iba a dar ese gustazo, allí estaba y allí permanecería los días que me diera la gana visitando la ciudad, no me iban a amilanar. Que demonios podía hacer ? Pues nada o marcharme o quedarme y aguantar a los dos pollitos durante mi estancia.

Y así fué, salimos del hotel, me preguntaron dónde quería ir y les contesté que de momento a caminar por los alrededores, cosa que siempre hago para familiarizarme un poco.

La cosa no fué tan mal, eran dos muchachos jóvenes que me iban indicando por dónde pasábamos y dónde estábamos en cada momento, aquel día fué solo de pateo , pregunté por Tours de la ciudad y apenas sabían lo que era, por lo que quedamos en que ellos me harían de guía y me llevarían a los sitios importantes que ver.

Al día siguiente me llevaron a ver las joyas de la corona.Impresionante, me hubiera quedado allí mirando todo el día, están protegidas en una gran cámara acorazada en los sótanos de un gran banco, me impresionó mucho el trono del Pavo Real, el cetro, el manto de armiño de Farah Diva,

la corona, todo en oro puro incrustado en piedras preciosas, era una maravilla, los millones y millones que permanecían allí expuestos a la vista del público.

Otro día estuvimos en el Store Garden of Jamshidieh.

He de decir que Teherán en la época era una ciudad moderna con calles bulliciosas con chicas con vaqueros, sin pañuelos y se respiraba un ambiente de modernidad, había algun rascacielos precioso y grandes avenidas, cafeterías llenas a rebosar y buen ambiente.

Otro de los días nos fuimos a Persépolis que está a unos seiscientos kilómetros de Teherán, allí estuvimos dos días.Magnifica ciudad que fué construida en tiempos de Dario el Grande, que puedo decir de ella, se podía ver en sus ruinas el esplendor de antaño, me gustó muchísimo, vale la pena dedicarle un par de días.

De hecho ya no había mucho más que ver, no estaba preparado este país para recibir a turistas,

la última noche que estuve allí, mis compañeros de estancia en Teherán me invitaron a cenar una buena hamburguesa con patatas fritas.

A la mañana siguiente el vuelo no salía hasta las 13.00, pero mis compañeros me vinieron a recoger al hotel a las 09.00 y me llevaron a unos despachos, que no se lo que eran pues todo estaba rotulado en persa o como le llamen a su idioma y allí me tuvieron hasta las 11.00 que me llevaron al aeropuerto, pude facturar tranquilamente y me llevaron a la sala de inmigración hasta que llamaron para embarcar y los tuve a mi lado hasta el pie de escalerilla del avión.

No me pregunteis el porque de esto tan absurdo, sus motivos debían tener, yo no los he sabido nunca, solo puedo decir que fueron unos compañeros amables, educados y que me sirvieron de guia perfectamente por aquella ciudad a la cual debido a como están ahora no pienso volver.

Fué una conocida mía hace unos diez años con una compañía aérea iraní y me contó que en el momento de entrar en el avión les obligaban a todas las mujeres a cubrirse la cabeza durante todo el trayecto pues se consideraba el aeroplano como territorio iraní.

Mohammad Reza Pahlevi no duró muchos años más como el Sha de Persia, él nació en Teherán en 1919 y murió en el exilio en la ciudad del Cairo en 1980.Todos sabemos su triste historia de amor teniedo que repudiar a la emperatriz Soraya porque no podía darle un heredero, casándose despues con la que seria la madre de sus hijos,la emperatriz Farah Diva.

Al fín despegamos de Teherán rumbo a Bangkok, no quiero ni acordarme de las horas que pase´colgada de aquel Jumbo, parecíaque no llegábamos nunca, suerte que no paraban de darnos de comer y ponernos películas pues se me hizo eterno, por la noche tuve la suerte de que el avión iba casi vacío y subí los posabrazos de la zona central y pude estirarme placidamente y dormir como un ceporro, la verdad es que no recuerdo la hora en que llegamos a Bangkok.
La ciudad ya desde el cielo se ve repleta de templos, como siempre tomé un taxi y directo al hotel.
Al día siguiente lo primero que hice fué coger el típico Tuk-Tuk que son los carritos tirados por chavales y no tan chavales que te llevan donde quieras, la experiencia me gustó, aunque circular por allí es un verdadero caos, quedas embelesada con los templos no les puedo nombrar ninguno porque son tantos como bares hay en España.
Otro día recorrí el mercado flotante, interesantísimo de ver, como venden y como truecan productos del campo y del mar.Tambien es digno de ver aquel tren que atraviesa la ciudad por el medio de mercados, paraditas y toda la inmensa cantidad de gente que está por allí y que se quedan tan tranquilos pues ya están acostumbrados que cuando le ven venir retiran sus puestos de venta, pasa el tren y cuando ha pasado vuelven a colocar todo lo suyo en medio de las vías, yo no se como no hay más accidentes.
Es una ciudad abigarrada, sonora, y llena de alegría aunque la pobreza se ve por doquier.
Disfruté muchísimo con la comida, es buenísima y la presentación exquisita, fuí a ver una demostración de como unas chicas de una sandía la convertían en una flor espectacular, de toda las frutas y hortalizas hacen verdaderas obras de arte.
Al fín dejé Bangkok con el mal regusto de no haber podido visitar más sitios de Tailandia pero es que iba cronometrada, me quedé con las ganas de visitar la isla de Phuket que dicen es un paraíso, donde en una de sus playas fué rodada la película La Playa muchos años más tarde.
El intenso mundo de Phuket se sumerge en las aguas turbulentas del turismo de sexo con niños, horrible, los dementes que acuden allí buscando niñas y niños para pasar con ellos un rato por unos pocos dólares, es aparte de demencial , vergonzoso, y criminal, todo el mundo lo sabe pero nadie hace nada para solucionarlo.
No pierdo la esperanza de volver a Tailandia y recorrer el país tranquilamente, solo me frena una cosa, las mil y una horas de vuelo agotadoras y sin fumar. No se, no se, me lo voy a pensar.